Consejos para mis hijos y mis nietos
▪ Observa el amanecer por lo menos una vez al año.
▪ Estrecha la mano con firmeza y mira a la gente de frente a los ojos.
▪ Ten un buen equipo de música.
▪ Elige a un socio de la misma manera que elegirías a un compañero de tenis: busca que sea fuerte donde tú eres débil y viceversa.
▪ Desconfía de los fanfarrones: nadie alardea de lo que le sobra, o en otras palabras: se presume de lo que se carece.
▪ Recuerda los cumpleaños de la gente que te importa.
▪ Evita a las personas negativas, siempre tienen un problema para cada solución.
▪ Maneja autos que no sean muy caros, pero date el gusto de tener una buena casa.
▪ Nunca existe una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión.
▪ No hagas comentarios sobre el peso de una persona, ni le digas a alguien que está perdiendo el pelo. Ya lo sabe.
▪ Recuerda que se logra más de las personas por medio del estímulo que del reproche (dile al débil que es fuerte y lo verás esforzarse).
▪ Anímate a presentarte a alguien que te cae bien simplemente con una sonrisa, dile: Mi nombre es fulano de tal, todavía no nos han presentado.
▪ Nunca amenaces si no estás dispuesto a cumplir.
▪ Muestra respeto extra por las personas que hacen el trabajo más pesado.
▪ Haz lo que sea correcto, sin importar lo que otros piensen.
▪ Cuando tengas hijos, dales una mano cada vez que tengas la oportunidad. Llegará el momento en que ya no te dejarán hacerlo.
▪ Aprende a mirar a la gente desde sus sandalias y no desde las tuyas. Ubica tus pretensiones en el marco de tus posibilidades.
▪ Recuerda el viejo proverbio: Sin deudas, sin peligro.
▪ No hay nada más difícil que responder a las preguntas de los necios.
▪ Aprende a compartir con los demás y descubre la alegría de ser útil a tu prójimo. (El que no vive para servir, no sirve para vivir).
▪ Acude a tus compromisos a tiempo. La puntualidad es el respeto por el tiempo ajeno.
▪ Confía en que todo saldrá bien, pero cierra tu auto con llave.
▪ Recuerda que el gran amor y el gran desafío incluyen también ‘el gran riesgo’.
▪ Nunca confundas riqueza con éxito.
▪ No pierdas nunca el sentido del humor y aprende a reírte de tus propios defectos.
▪ No esperes que otro sepa lo que quieres si no lo dices
▪ Aunque tengas una posición holgada, haz que tus hijos paguen parte de sus estudios.
▪ Haz dos copias de las fotos que saques y envíalas a las personas que aparezcan en ellas.
▪ Trata a tus empleados con el mismo respeto con que tratas a tus clientes.
▪ No olvides que el silencio es a veces la mejor respuesta.
▪ No deseches una buena idea porque no te gusta de quién viene.
▪ Nunca compres un colchón barato: nos pasamos la tercera parte de nuestra vida encima de él.
▪ No confundas confort con felicidad.
▪ Nunca compres nada eléctrico en una feria artesanal.
▪ Escucha el doble de lo que hablas (por eso tenemos dos oídos y una sola boca).
▪ Cuando necesites un consejo profesional, pídelo a profesionales y no a amigos.
▪ Aprende a distinguir quiénes son tus amigos y quiénes son tus enemigos.
▪ Nunca envidies: la envidia es el homenaje que la mediocridad le rinde al talento.
▪ Recuerda que la felicidad no es una meta sino un camino: disfruta mientras lo recorres.
▪ Si no quieres sentirte frustrado, no te pongas metas imposibles.
Jackson Brown
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